Finalmente tropas internacionales intervienen en el conflicto libio. Leo en las secciones de comentarios de diarios digitales frases que se repiten una y otra vez del estilo “el mundo entero aprueba la acción militar de la coalición internacional…”.
Resumiendo: ahora Gadafi es muy malo, después de haber sido bueno y habiendo sido malo también antes. Es lo que en el cine se llamaría un personaje con matices.
Muchos medios han sacado ya las imágenes de la época en la que Gadafi era un líder amigo de la mayoría de países occidentales o de cuando a su hijo le montaron una pachanga en el Camp Nou (época pre-Unicef).
Esté o no ahora justificada la intervención en Libia, es curiosa la intervención directa de algunos países. Qatar, por ejemplo (un día ya hablaremos de Catar). ¿Por qué de pronto Qatar siente la necesidad de luchar por los derechos humanos en el mundo? ¿Qué diferencia hay entre intervenir en Libia y hacerlo en su momento en Iraq o Afganistán?
Para un país musulmán atacar a Gadafi no es un problema, ya que éste ha perseguido en su país a movimientos musulmanes más o menos radicales. Además, atacando al régimen libio le das a tu país una imagen de defensor de la democracia. Si a esto le unes que puedes quedar bien con tus amigos occidentales la mejor opción está clara.
Además, ésta es una buena oportunidad para que tu ejército pueda realizar unas plácidas maniobras reales. ¿Tienes aviones modernos y pilotos bien formados pero sin experiencia real en combate? Los mandas a Libia contra un ejército desestructurado y débil para que hagan explotar algún tanque de verdad. Si no, ¿cuándo tendrían la oportunidad de utilizar fuego real los qataríes?
Por otro lado tenemos los países neutrales. Alemania no quiere intervenir, pero paralelamente reemplazará en Afganistán a las tropas que los americanos desplacen a Libia. India y China se mantienen al margen, pero al igual que en Iraq, después del conflicto serán los principales beneficiados económicamente. No hay que bucear mucho en Google para encontrar como en Iraq muchas empresas indias se han apropiado de importantísimas industrias que los americanos no podían controlar sin que la opinión pública se les tirara encima.
Y en todo este juego de intereses está España, con la ministra Chacón pendiente de colgarse una medalla al frente del ministerio. Será curioso ver al ejército español enfrentándose a un ejército con armamento made in Iberia (así ambos países equilibraban un poco la balanza comercial, con gas en una dirección y armas, entre otras cosas, en la otra).
A pesar de lo paradójico que pueda parecer enfrentarse a un ejército al que has vendido armas, la situación para España ha mejorado significativamente en las últimas décadas. Publica este mes la revista Historia y Vida un artículo sobre la última guerra (bueno, conflictillo) de España en el Magreb por el control de Sidi Ifni.
También entonces España se enfrentaba a un ejército, extraoficialmente marroquí, penosamente armado. La diferencia está en que también España carecía de armamento moderno y luchaba con reliquias de diseño nazi.
De hecho, sí tenía España armamento (y aviones y destructores) modernos alquilados a Estados Unidos, aunque con una cláusula que le impedía usarlo contra enemigos no comunistas. Para aquel entonces, los americanos no querían que nadie usara su tecnología militar para atacar a movimientos musulmanes.
En definitiva, no está mal lo que hemos avanzado. No sólo tenemos armas en propiedad, sino que incluso nuestros enemigos tienen nuestras armas.
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